En un seminario de la facultad de filosofía, se leyó un texto sobre el mestizaje, muy simple, breve, ameno e interesante. Venía a ser una reflexión sobre cómo nos sentimos tán identificados con nuestra tierra, y sin embargo todo lo que nos rodea es ajeno, todo ha sido inventado en distintos lugares del mundo, se fabrica en el hemisferio opuesto, y sin embargo no somos conscientes de que la globalización de la que tanto se habla, en realidad ya se ha producido. Nuestros juguetes estan hechos en China, la comida rápida nos la prepara un turco, y si compramos un coche, es probable que el motor venga de Alemania, el airbag de Francia, las ruedas de Italia, y el cinturón de seguridad sea al final lo único fabricado aquí. O ni eso.
Vista la situación, poco sentido tiene el desentenderse de lo que ocurre de fronteras afuera, en ningun aspecto, ¿o no? No podemos pretender que nos lleguen pelotas de marca cosidos en Tailandia, y que luego no vengan tailandeses a buscar el mundo donde se juega con ellas. Hay que entender que el mundo está cambiando, y que quizá deberiamos sentirnos más responsables de lo que ocurre en el.
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